segunda-feira, janeiro 02, 2006

Crónica de la persecución a la Iglesia 1

Iniciamos aquí una nueva serie de entradas sobre este particular, que ya se ha abordado antes en A Casa de Sarto. Sin periodicidad fija empezaremos a denunciar la persecución a la Iglesia Católica, que sigue siendo martirizada.
Mártir significa en griego “testigo”. Estos testigos dan cuenta de la Fe de Cristo, equiparándose al Salvador. Honor y loa a todos ellos por su defensa y sufrimiento por el Cuerpo Místico de Cristo.
De entrada el número de misioneros católicos asesinados en el 2005 ha duplicado la cifra de los asesinados en el 2004.
Los comunistas, quienes gozan de salud de hierro y siguen sojuzgando a más de la cuarta parte de la humanidad, persisten en su persecución a la Iglesia: China se plantea cerrar todas las escuelas católicas de Hong-Kong.
En España el ser católico está ya perseguido a todos los niveles. Gracias al metimiento indebido de los políticos en todas las esferas de la vida incluso en el ámbito municipal más minúsculo los socialistas no dejan ni usar los locales públicos a una asociación por el mero hecho de ser católica.
La persecución islámica a los cristianos es de sobra conocida. Pero era preocupante que ni la Curia ni los Obispos se hicieran todo el eco de ella que debieran. Un Obispo canadiense denuncia sin paliativos la persecución mahometana de los cristianos.
Los coptos, egipcios cristianos, resumen en un sucinto artículo todas las suras del Corán contra ellos, “los infieles”. La religion islámica es tal que no tolera la disidencia. Al igual que el estado moderno la religion musulmana tiende a entrometerse en todo. No es pues extraño que comunistas e islamistas vayan juntos. Comparten una misma concepción.
Más sobre los moderados egipcios. Sus tribunales sancionan con impunidad la muerte de coptos cristianos a manos musulmanas. Al revés, por supuesto, tiene pena de muerte. Esto es el Islam.
En Arabia Saudita, el meramente hablar de cristianismo y judaísmo en público –aunque lo haga un musulmán- puede saldarse con 750 latigazos y tres años de cárcel. Ya se sabe que Arabia Saudita es otro país “moderado” árabe, según la terminología oficiosa occidental.
El pasado octubre tres adolescentes indonesias fueron decapitadas por el mero hecho de ser cristianas. Una noticia que fue injustamente silenciada. Indonesia, como bien saben los timorenses del este en propia carne, es un país donde la persecución religiosa contra los católicos no cesa.
En la India tampoco cesan las persecuciones a católicos. Los fundamentalistas hindúes quieren ahora derribar las casas de los cristianos.

Rafael Castela Santos

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