quarta-feira, setembro 12, 2012

La opción monástica



A menudo, en conversaciones con amigos sobre la situación actual nacional y mundial, sale el consabido “… y ahora, ¿qué viene?”. En este mundo turbulentísimo, apartado de Dios, con una geopolítica durísima que nos aboca casi de manera impepinable a la III Guerra Mundial, salen autores como Benson o como Michael O’Brien, que se han tomado el esfuerzo –y no digo que no haya sido duro- de conjeturar acerca de cómo podrían ser las cosas. Y creo que es por ahí por donde vienen los tiros.
¿Qué se puede decir? Lo que viene dista de ser fácil. La persecución ya física contra los cristianos en muchas zonas del mundo (países musulmanes en general, China, Vietnam, Cuba, etc.), se le une la persecución en países occidentales, donde cada vez estamos más acorralados y asfixiados (EEUU, Venezuela, Israel, Unión Europea, etc.). Lo lógico es esperar que tanto la presión como la persecución (la física también) vayan a más en un futuro más o menos cercano.
Bien. El Papa parece tener su propia opinión acerca de lo que se viene y qué hacer. Y me encontré hace unos días con alguien que con mejores palabras que las mías había sintetizado esto en un artículo titulado “La opción monástica”.
Eso toca ahora: la opción monástica. Personalmente creo que no hay otra.
Pero que nadie se engañe. Puede haber un mal trago. De hecho va a haber un muy mal trago. La victoria que viene a continuación es la de Cristo. Todo menos desesperar.

Rafael Castela Santos

0 comentários: