domingo, outubro 25, 2009

Propaganda feminista

Sacado de la bitácora de Pío Moa.

«La suposición básica del feminismo reside en que las diferencias entre los sexos se ciñen a lo genital, sin más consecuencias social o cultural necesaria. De ahí que la diferenciación de los sexos en papeles, actitudes y talantes sea vista como una imposición arbitraria, cuyo objeto sería afianzar la opresión del varón sobre la mujer.
Entre los elementos de la propaganda feminista se encuentran:
– Una incitación tenaz a la incorporación e igualamiento de la mujer en todos los planos profesionales, políticos, deportivos, etc. Incitación que se expone como progresista y emancipadora.
– Desvalorización simétrica de las funciones típica y tradicionalmente femeninas, en especial la maternidad, la crianza de los niños y la atención al hogar. Papeles que aparecen con signo neutro en el mejor de los casos, y explícita o implícitamente negativo en la mayoría: “Mujer, tu casa es tu prisión”. Se trataría de una tara a superar mediante la “socialización” según unos, o adjudicando al varón los mismos papeles que a la mujer en la casa, la crianza, etc., según otros. Lo contrario sería “injusto”.
– Consideración de la sexualidad como una diversión o entretenimiento individual, sólo muy secundariamente ligado a la procreación o al establecimiento de vínculos personales estables (lo último no suele defenderse, pero es consecuencia de lo primero).
Estos tres aspectos van muy trabados entre sí, aunque el acento recaiga sobre éste o aquél, según las tendencias: el tercero ha sido llevado al extremo en ciertos ácrato-feministas, mientras que los socialismos reales han probado a conciliar el igualitarismo con la institucionalización del matrimonio y la familia. Conciliación frustrada, desde luego.
Todo lo cual no impide que se insista en que la mujer mantiene su condición femenina (quizá algo innecesaria sobre tales bases). Son instructivas las apreciaciones de la prensa en torno a la ministro de Asuntos Sociales Matilde Fernández, a raíz de su nombramiento. “De ella cuentan que es capaz de poner orden en una reunión de hombres con solo pegar un buen puñetazo en la mesa”, explicaba admirativamente Cambio 16 (8-8-88), mientras Diario 16 (misma fecha) resaltaba lo “femenino”: cuando hace años se vio obligada a viajar a Londres para abortar, antes de regresar a España fue de tiendas por la ciudad del Támesis “porque de alguna manera irse de trapos cura las depresiones”.
La propaganda feminista posee un alto voltaje emocional y un arsenal de descalificaciones inmediatas contra las ideas o tendencias discrepantes, tachadas de “reaccionarias”, “machistas”, “sexistas”, “opuestas a la mujer”, cuando no fascistas, oscurantistas, etc.
Así, las críticas al último informe Hite, acusado de mala metodología y otros defectos, provocaron un comunicado firmado por varias conocidas feministas, y muy publicitado en la prensa useña, que aseguraba: “El ataque conservador al informe Hite forma parte de la actual reacción conservadora y (…) va dirigido (…) contra los derechos de todas las mujeres”. Por su lado, la autora del informe condenaba “la histérica reacción conservadora contra el proceso irreversible de liberación de la mujer”, felicitándose de que “los ataques se aplacaron después del comunicado conjunto” recién citado. Los efectos de la “reacción conservadora” se pintan con colores espeluznantes: “En América ni siquiera se puede hablar de sexo, y mucho menos pensar en disfrutar de él”, informa Shere Hite con un peculiar sentido de la veracidad.
La similitud con la retórica empleada por los comunistas en los años 20 sorprende; y sugiere un aprendizaje en esa escuela, cosa nada improbable. Pero un rasgo de las ideologías consiste en la reproducción estereotipada de formas de ataque y racionalización. Por ejemplo tratan de impresionar relegando la razón y poniendo en primer plano factores de fuerza semimística: el futuro, o la vida “están con nosotros”; la revolución “es irreversible”; la reacción, aparte de malvada, resulta inútil…”»

Pío Moa, La sociedad homosexual y otros ensayos

(RCS)

0 comentários: