quarta-feira, julho 12, 2006

Bernard Fellay reelegido Superior de la Hermandad de San Pío X

Ayer se supo que Monseñor Bernard Fellay ha sido reelegido Superior de la Hermandad de San Pío X.

Las informaciones recabadas por A Casa de Sarto dicen que ha sido una elección disputada. Hay un cambio, sí, de los Ayudantes Principales del Superior, que son ahora los Padres Niklaus Pflügger y Alain-Marc Nély. Del último todavía no hemos podido recabar información en A Casa de Sarto, pero del Padre Pflügger tenemos las mejores referencias y su mandato como Superior de Distrito en Alemania se ha visto coronado por la consolidación de la antigua Confederación Germánica como la tercera provincia de la Hermandad en extensión de su apostolado (tras Francia y Estados Unidos). Algunas instituciones, como el Colegio Secundario (Gymnasium) de San Juan Bosco, cerca de Stuttgart, son modélicas y reflejan un buen quehacer de defensa de los principios católicos de ayer, hoy y de siempre.

Existen algunas disensiones dentro de la Hermandad de San Pío X y esto es innegable. Hay quien apuesta por una línea muy dura. Desde A Casa de Sarto no creemos en absoluto que el alinearse con grupos sedevacantistas locos es de recibo. Estas actitudes debieran ser cortadas en seco e inmediatamente. Es más, existen algunos Sacerdotes aislados dentro de la Hermandad de San Pío X que a título personal son sedevacantistas. No hay problema con todo ello mientras sea una opinión teológica a título personal. Opinión, por cierto, no compartida ni por el director ni por el colaborador de A Casa de Sarto, pero que a la luz de obras como las del Padre Johannes Dörmann o de Monseñor Silva tampoco puede ser simplemente rechazada. De la mera opinión teológica (contemplada por Santo Tomás de Aquino) a la creación o asociación de y con grupos y grupúsculos sedevacantistas va un enorme trecho.

La Hermandad de San Pío X y, en general, la de los fieles que asisten a sus Misas, se ha caracterizado siempre por una gran defensa de la Romanidad. Es por esto que Monseñor Lefebvre consagró Obispos, para defender a Roma, no para oponerse a ella. Y esto harían bien en entenderlo aquellos desinformados de la Curia (de los malintencionados de la Curia es mejor no hablar). La Hermandad de San Pío X ha hecho siempre afirmación patente de ser católica, apostólica y romana. Y creo que en este momento hay que subrayar lo de “y romana” porque así es.

La mayor esperanza es que en Roma conocen a Monseñor Bernard Fellay y saben de la buena disposición del recientemente reelegido Superior para tratar con ellos de poder llegar a un acuerdo. El Obispo Fellay es profundamente “romanista”. Que el Santo Padre le recibiera dedicándole el tiempo que le dedicó, rompiendo incluso el protocolo romano, es también un signo positivo de que el acercamiento es deseado por ambas partes. Consta a A Casa de Sarto, también, que hay esfuerzos por parte de destacados miembros de la Curia, como es el caso de Su Eminencia el Cardinal Castrillón-Hoyos, que no han sido plenamente comprendidos por toda la Curia. De hecho la oposición de la mayor parte del Obispado francés y de algún Obispo suizo francoparlante no es más que la oposición de enemigos declarados de la Iglesia, pues por sus obras les conoceréis. El Santo Padre tiene la última palabra y tiene el poder de barrer de un plumazo la mala baba de la Conferencia Episcopal francesa y algunos otros.

Con todo la Hermandad es más consciente que nunca de que verdaderamente existe un complot contra la Iglesia. Complot ampliamente demostrado por autores como Michael Davies, Malachi Martin o Maurice Pinay, a quienes hemos traído a A Casa de Sarto en el pasado. Negar que este complot existe es negar que existen fuerzas del mal que actúan contra el bien. Sólo un estúpido, y los hay (también en las filas de la Hermandad de San Pío X), puede negar la existencia de este complot y fue para luchar contra él que el movimiento iniciado por Monseñor Lefebvre comenzó y sigue. Muchos católicos que siguen la línea oficial empiezan a comprender estos extremos, que cada día que pasa se hacen más claros y nítidos.

La Hermandad debe, también, estar precavida de que hay en Roma algunos lobos disfrazados con piel de oveja. El maltrato, e imposición, que recibió la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro (FSSP) para obligarles a muchos Sacerdotes de la FSSP a aceptar y aún a decir la Nueva Misa, es algo que no se puede olvidar. Aunque hubiera algunos Sacerdotes de la FSSP que querían decir la neomisa, muchos otros no querían bajo ningún concepto. Como imponerles un Superior en el pasado. La hoja de ruta seguida por los brasileños fundados por el insigne Monseñor Castro Mayer en tiempos recientes, donde aceptan y les fuerzan a aceptar no ya la Nueva Misa, sino hasta la concelebración, la comunión en la mano y otras aberraciones, debe ser motivo de aviso para incautos. Si alguien en Roma pretendiera hacer de la Hermandad de San Pío X algo similar a lo de la FSSP o la Asociación Sacerdotal San Juan María Vianney, entonces para ello es mejor que la Hermandad de San Pío X se quede como está.

Para que un acuerdo entre la Hermandad de San Pío X y Roma sea posible, Roma debe estar dispuesta a reconocer que la excomunión de 1988 no es válida (lo cual ya reconocen implícitamente y off-the-record) y, también, la Hermandad y sus fieles deben aceptar que un elemento de diplomacia y aún de política sensata es necesario y que la Santa Iglesia, con sede en Roma y como institución, no puede autohumillarse jamás. Así que nadie del campo tradicional espere declaraciones rimbombantes. En Roma se cuece la más finísima diplomacia del mundo, de modo que pueden lidiar con este tema sin mucha dificultad y de un modo satisfactorio para todo el mundo.

Sobre todo empero, Roma debe estar dispuesta a garantizar la Misa de San Pío V, nunca abrogada, no sólo para los Sacerdotes de la Hermandad, sino para todos los Sacerdotes del mundo. El quid de la cuestión estriba en el tipo de estructura canónica que pueda dársele a la Hermandad de San Pío X, que debe estar blindada a prueba de bombas, futuros Papas y malos Cardenales de cualquier posible intromisión de quererles apartar de la Liturgia y defensa del Depósito de la Fe de la que ellos siempre han hecho causa. Benedicto XVI, es obvio, tiene mucha mejor disposición y entendimiento de la Tradición que su predecesor. La Hermandad debe entender, también, que un futuro Papa –dada la actual composición de la Curia- puede no entenderlo tan bien.

Sea como fuere saludamos a Monseñor Bernard Fellay quien, en su persona, demuestra que la mayoría de los Superiores de Distrito de la Hermandad de San Pío X quieren afirmar su romanidad de una manera palpable y ser oficialmente lo que son de corazón y de hecho: parte de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

¡Viva Cristo Rey!

Rafael Castela Santos

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